Los culicoides son insectos que se caracterizan por su pequeño tamaño pues miden entre 1,5 y 3 mm de longitud. Tienen las patas muy cortas y pliegan las alas sobre el dorso cuando se posan sobre la piel de los animales para picar. Poseen un pequeño aparato bucal de tipo cortador chupador con el que hacen pequeños cortes en la piel donde se acumula la sangre que succionan con su trompa. Muy característico de este género es la morfología de las alas que disponen de unas venas y celdillas características. También suelen tener manchas cuya forma y disposición son importantes para clasificarlos a nivel de especie.
Como muchos dípteros sólo las hembras son hematófagas, necesitando ingerir sangre para que se produzca la maduración de los ovarios y el desarrollo de los huevos. Habitualmente son oportunistas y la gran mayoría suelen picar a cualquier tipo de animal incluso el hombre. La realidad es que dependiendo del lugar donde crían van a succionar sangre de las especies más abundantes. Los machos y también las hembras necesitan alimentarse de azúcares para sobrevivir y para mantener su actividad. Los azúcares los consiguen de plantas, de las flores y también directamente a los pulgones.
Son insectos holometábolos es decir de metamorfosis compleja. Las hembras ponen huevos alargados fusiformes, con una longitud entre 200 y 500 micrones. De ellos salen unas larvas alargadas que tras sufrir tres mudas se transforman en pupas y éstas darán origen a los adultos. Los lugares donde realizan la puesta de huevos y se desarrollan las larvas varían mucho de una especie a otra. En general necesitan abundante materia orgánica que sirve de nutrientes a las bacterias, algas o nematodos de vida libre que son la base de su alimentación. Estos hábitats de cría varían mucho y pueden ser desde barros en zonas encharcadas, a agujeros de árboles con restos vegetales o incluso frutos en descomposición. Las especies que están implicadas en la transmisión de la Lengua Azul crían en zonas próximas a los lugares donde se encuentran los rumiantes y lo hacen en zonas con barros en praderas o cerca de abrevaderos o incluso las propias heces de los animales especialmente en las de ganado vacuno. El tiempo que tardan en desarrollar todo su ciclo varía con la especie y hábitat, pero sobre todo también con las temperaturas ambientales. Con temperaturas entre 28 y 35 ºC el ciclo puede ser tan corto como unos 15 días pero con temperaturas más bajas y sobre todo en invierno pueden invertir hasta siete meses en realizar todo su desarrollo larvario.
En general tienen actividad crepuscular y nocturna. Normalmente suelen empezar a volar cuando se pone el sol, aprovechando que disminuye la temperatura y aumenta la humedad ambiental. La sequedad del ambiente puede llegar a matarlos en pocas horas. Algunas especies que se han estudiado más detalladamente presentan su máxima abundancia justo en las primeras horas de actividad, más o menos hasta media noche, desapareciendo prácticamente durante la noche presentando un pequeño rebrote de actividad justo antes del amanecer. En días cubiertos y con humedad ambiente elevada pueden volar incluso durante el día.
Hasta hace poco tiempo se pensaba que eran exófilos, es decir que pican a los animales solo en el medio ambiente, fuera de las construcciones o de zonas cubiertas. Recientemente se ha podido comprobar que llegan a penetrar dentro de las explotaciones ganaderas para alimentarse de los animales que se encuentran en su interior.
En condiciones normales los adultos alados vuelan como mucho unos pocos centenares de metros. A pesar de ello parece que es habitual que se formen enjambres para realizar la cópula y que en determinadas condiciones de temperatura del suelo se forman corrientes ascendentes que pueden elevarlos decenas de metros sobre el mismo, si en ese momento se generan corrientes de aire con una velocidad de unos 10 metros por segundo, la temperatura que no sobrepase los 30 ºC y una humedad superior al 25%, estas pueden llegar a transportar vivos a estos insectos centenares de kilómetros, desplazándolos de un país a otro o incluso de un continente a otro, colonizando nuevas zonas o portando virus en el caso de estar infectados.
Este texto ha sido tomado de:
LOS VECTORES DE LA LENGUA AZUL: CONOCIMIENTOS BÁSICOS DE SU BIOECOLOGÍA. EL PROGRAMA NACIONAL DE VIGILANCIA ENTOMOLÓGICA DE LA LENGUA AZUL EN ESPAÑA
LOS VECTORES DE LA LENGUA AZUL: CONOCIMIENTOS BÁSICOS DE SU BIOECOLOGÍA. EL PROGRAMA NACIONAL DE VIGILANCIA ENTOMOLÓGICA DE LA LENGUA AZUL EN ESPAÑA
LUCIENTES, J.; CALVETE, C.; ESTRADA, R.; MIRANDA, M.A.; DEL RIO, R.Y BORRÁS, D.
Morfología típica de insectos del Género Culicoides (Dibujo de J.C. Delecolle 1985). |
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